¿Está triste su hijo? ¿Cómo puede ayudarle?
Tanto un niño como un adulto, cuando se sienten tristes la tendencia natural es a replegarse hacia dentro, aislándonos del entorno. Es una manera muy evidente de manifestar la necesidad última de amor y compañía. A pesar de ello la tristeza es necesaria, nos pone en el estado óptimo para aceptar la pérdida que hemos sufrido, ya sea de algo material, de alguien importante (abuelo, padres…) o de algo intangible (mi niñez, la admiración de otro… etc). Saber permanecer en la tristeza, sin querer huir de ella, es la forma sana de adaptarnos a la nueva situación, saltarnos los duelos para evitar el malestar puede llegar a ser muy negativo para la persona. Siga leyendo para aprender a gestionar la tristeza.
La palabra clave de la tristeza es PÉRDIDA; es decir, cuando sentimos tristeza es porque hemos perdido algo importante para nosotros. La tristeza se manifiesta en diferentes intensidades, que le vamos a nombrar para pueda identificarlas tanto en su hijo como en usted mismo:
Pena, soledad, melancolía, depresión, falta de energía, falta de amor, falta de reconocimiento… de cualquier forma, cuando estamos tristes tenemos la sensación de falta de poder personal, teniendo ganas de apartarnos del mundo.
En ocasiones cuando los niños son excesivamente criticados por su entorno, sienten tristeza por no poder mostrarse tal y como son, pues piensan que no los apreciarían si se comportaran abiertamiente.
Otra de las manifestaciones habituales de tristeza en los niños (mas allá de pérdidas evidentes como un fallecimiento) es la tristeza que siente cuando de forma repetida no se les presta una atención de calidad, cuando no nos interesamos por sus cosas, no juegan con nosotros, no tienen en cuenta nuestras opiniones o no nos escuchan de forma activa, la tristeza va calando poco a poco hasta que les empapa. Hay más niños deprimidos de los que nos imaginamos, y por ello es importante la tristeza prolongada a tiempo y poner los medios.
Vamos a ponerle situaciones concretas en la que los niños pueden sentir tristeza, se trata de que empiece a identificarla y obverve o recuerde en cómo reacciona su hijo en las estas situaciones: (Ojo! Muchas veces el enfado camufla la tristeza)
-Las cosas no resultan como él quiere (Una salida al parque, o perder un partido de futbol)
-Un problema le hace sentir triste como por ejemplo, un divorcio, la perdida del trabajo, enfermedades, falta de dinero… incluso nos deberes difíciles.
-Se siente herido porque alguien no le ha tenido en cuenta para un cumple, un juego, o le han dicho algo que hirió sus sentimientos.
-Pierde algo especial, como un juguete o la camiseta del equipo de futbol de turno se ha desteñido…
-Alguien muere (familiar, amigo…) o una mascota muere…
-Echa de menos a alguien, un amigo que cambia de cole, un padre que viaja…
-Algo nos pone triste, como una película, una noticia en la TV, o alguien está triste y se siente embargado
¿Cómo ha reaccionado usted ante esas situaciones? ¿Qué hubiera necesitado de sus padres? ¿Qué es lo que hace usted cuando su hijo se encuentra en esa situación?
La tristeza tiene su tiempo, es tan malo querer pasarla rápido, como quedarse en ella, la mejor manera de ayudar a su hijo a gestionarla es:
-De forma general que la tristeza no se oculte cuando la sienta, simplemente explíquele a su hijo qué es lo que le sucede, para que no le quede ninguna duda de que no es por su culpa. Infórmele de que se le pasará pronto y que estar triste no es malo.
-Permitase a sí mismo sentirla, y permítale a su hijo lo mismo, no trate de distraerle forzosamente para evitarle sentirla.
-Dele todo el amor posible a su hijo en esos dias, más besos, más abrazos, más escucha, más tiempo. Si el que está triste es usted, PIDA abiertamente el amor que necesita, asi será el mejor ejemplo para su hijo.
-Dolor x Resistencia = sufrimiento, es decir, las cosas malas de la vida que nos generan dolor no las vamos a poder evitar, sin embargo en la medida que nos resistimos a ellas, que no queremos aceptar el cambio, sufrimos durante mas tiempo. Dolor x 0 = 0. Enséñele a su hijo a ACEPTAR las cosas que sucedan, y buscar la parte positiva de ese nuevo cambio, por duro que pueda ser.
-Evitemos hacer dramas de las cosas que no lo son, sin que por ello ridiculicemos la trsiteza, es simplemente hablar con nuestro hijo de la gravedad de la pérdida, hasta que este comprenda el verdadero alcance. Pensar en positivo siempre ayuda.
-Cuando no es un duelo, pensar en soluciones ayuda, pues recuperamos nuestra sensación fortaleza y seguridad en uno mismo
Recuerde que todas las emociones aparecen para que hagamos algo por nosotros mismos que no estamos haciendo, en el caso de la tristeza es ACEPTAR el cambio. No es fácil, lleva su tiempo pero es muy sano y necesaria en nuestra vida.
Equipo Pequeños Pensadores