¿Cree que su hijo puede llegar a liderar?
El liderazgo se aprende desde pequeños, todos podemos ser líderes en algo, y ese algo tiene que ver con los talentos personales. Indudablemente el liderazgo es una habilidad muy útil en el mundo laboral, tanto para hombres como para mujeres, cómo favorecerlo desde el hogar o la escuela es sencillo, ¿quieres saber cómo? ¡Sigue leyendo!
La palabra liderazgo se podría definir como la influencia que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas para que trabajen de forma entusiasta por un objetivo común. Visto así es un talento muy apreciable en el patio del colegio, entre un grupo de amigos, a la hora de jugar a algún juego o deporte de equipo.
Para fomentarlo entre nuestros hijos hay que tener en cuenta lo siguientes aspectos:
> La presión de sus iguales: al igual que los adultos lo niños pueden sentirse presionados por “el qué dirán” de sus compañeros, puede incluso que intenten encajar a toda costa, con comportamientos incomprensibles y negativos para sí mismos. La mejor manera de que los niños no caigan en esta fácil red, es siendo muy conscientes de quienes son y su valía como personas, es decir, con autoestima. Podéis jugar a imaginar situaciones hipotéticas de dificultad donde ellos piensen qué harían, y cómo se sentirían no sólo en el momento de hacerlo si no después, al cabo de un tiempo. Sea cual sea su respuesta, no impongas la tuya de adulto, simplemente acompáñale en su reflexión con preguntas hasta que vaya creando su propio criterio.
> Empatía: Ponerse en el lugar del otro es clave para ser un buen líder, pues permite conocer y nutrirse las distintas visiones de todos los miembros del grupo, pudiendo así guiar hacia la vía más aconsejable para todos. Para ello puede hablar con su hijo en situaciones de conflicto, evitando decirle lo que tiene que hacer, y ayudándole en la reflexión de cómo se siente la otra parte y para qué hace lo que hace.
> Asertividad: Expresar con confianza su propia opinión, pensamientos e ideas es fundamental para un líder. Para reforzar esta conducta, alienta a tu hijo a expresar su opinión, ESCÚCHALE atentamente y en el caso que no estés de acuerdo con tu opinión o idea, no la ignores, menosprecies, ni ridiculices. Las primeras experiencias en casa forjan los cimientos para ser asertivo en la vida adulta.
> Fomenta los talentos de tu hijo; aquello que le apasione es donde sin duda querrá y podrá liderar, pues estará dispuesto a aprender y esforzarse por ello. Una persona no es líder en todo, sólo hay que fijarse en la vida adulta; alguien que es el líder de una empresa de ingeniería, puede ser un pésimo líder familiar o deportivo. Es evidente que las características del buen líder son comunes a casi todos los casos que en este artículo podamos poner, pero las personas manifiestan su potencial de liderazgo natural en aquellas cuestiones que les gusta o dominan, y los niños no son diferentes.
> Sé ejemplo de liderazgo: para ser líder no hace falta ser el jefe de una empresa, en la vida cotidiana se dan multitud de oportunidades para liderar, como por ejemplo organizar viajes con amigos, ser voluntario, proponer iniciativas… los niños observan todo lo que hacemos, aunque no se lo digamos directamente, ellos extraen la esencia, la interiorizan y sirve de patrón para el futuro, aunque tarde en manifestarse, el germen está.
Como siempre en lo referente a la educación de un niño, los padres pueden hacer mucho al margen de la escuela. Para fomentar el liderazgo en casa hacen falta altas dosis de respeto al niño como para aceptar que deben y pueden crear un criterio propio del que son absolutamente responsables dentro del marco de normas familiares. Si nosotros respetamos a nuestros hijos y confiamos en su potencial, ellos interiorizan ese comportamiento tanto hacia sí mismos como hacia los demás, y esa es sin duda una de las piedras angulares de la autoconfianza y el liderazgo.
Equipo Pequeños Pensadores.