¿TIENE SU HIJO RECHAZO AL COLEGIO?
El miedo es una constante en la vida de las personas, siempre hay algo a lo que tememos: volar, arañas, muerte… Los miedos no son los mismos desde la infancia, van cambiando, unos desaparecen y surgen otros nuevos. El rechazo al colegio están relacionados con los miedos escolares, que se van modificando según va avanzando la etapa escolar, por ejemplo, la situación más temida por los escolares es repetir curso, mientras que los párvulos temen más ser enviados al director. Dichos miedos escolares pueden clasificarse en cuatro tipos: el miedo al fracaso escolar y al castigo, miedo al malestar físico, miedo social y ansiedad anticipatoria. Asimismo se puede establecer un vínculo entre el rechazo escolar y las dificultades en el aprendizaje y el miedo al ridículo. ¿Le gustaría ayudar a su hijo a gestionar estos miedos? Siga leyendo.
Resulta paradójico que, mientras los miedos infantiles van desapareciendo con la edad, los temores escolares van aumentando, aunque por otro lado es lógico, ya que los niños pasan la mayor parte del tiempo en el colegio. Ahora voy a pedirle que cierre los ojos y recuerde cuando usted era un niño e iba al colegio; intente ponerse en situación, y piense: ¿Cuáles eran sus mayores temores? ¿Cómo los afrontó? Si ahora, con su edad y experiencia actual, pudiera volver al pasado y darle un consejo a su “yo” niño, ¿qué consejo le daría? ¿Hay algo que le hubiera gustado gestionar de otro modo?
Esta reflexión vale para que, por un momento, vuelva al pasado y recuerde situaciones similares a las que atraviesa su hijo, pues la empatía es una de las herramientas fundamentales que su hijo necesita que usted muestre, para sentirse con fuerza para expresar sus miedos e ir venciéndolos.
El miedo es una emoción curiosa ya que, muchas veces, el evitarlo y no afrontarlo no nos deja una sensación de alivio, sino todo lo contrario. ¿Cuántas veces nos paraliza el miedo? ¿En cuantas ocasiones hemos renunciado, sufrido o evitado algo que, cuando por fin lo hemos enfrentado, nos hemos dado cuenta de que no era para tanto, y entonces nos lamentamos por no haber actuado antes?
Si su hijo se muestra reacio a ir al colegio, u observa en él que la motivación va cayendo en picado, le sugiero que se siente con él y lo primero que haga sea comprender la situación que está atravesando, pues muchas veces no somos conscientes de las dificultades que los niños pueden estar viviendo. Para ello le sugiero que utilice preguntas del siguiente tipo:
– Cuando te levantas para ir al colegio, ¿qué piensas?
– ¿Qué es lo mejor de ir al colegio? ¿Y lo peor?
– Si pudieras cambiar algo del cole, ¿qué sería?
– Si pudieras ser un súper héroe y pudieras elegir el don, ¿cuál sería?
Con preguntas de este tipo irá viendo qué parte del colegio es la que su hijo teme, si es más bien el tema de que se pongan a prueba sus conocimientos (y él asocia eso con su valía: cuanto más sabe más vale, y viceversa), el tema de los amigos (puede que necesite reforzar alguna habilidad social que le evite sufrir situaciones incómodas), si tiene algún problema con alguna figura de autoridad del centro, si su rechazo al cole es porque en ese momento no puede estar con usted, o incluso si tiene algún miedo relacionado con alguna historia o cuento que haya oído acerca del recinto escolar.
Una vez que identifique su miedo concreto, puede servirse de preguntas como ésta:
– ¿Qué necesitarías para ir al cole contento?
– ¿Necesitarías mi ayuda en algo? ¿Qué podrías hacer tú solo para conseguirlo?
-Imagina que ya lo has conseguido, ¿Cómo te sientes? ¿Cómo lo has hecho?
Intente evitar hacerle el plan de acción a su hijo para superar ese miedo, déje que él lo planifique solo y se haga responsable de llevarlo a cabo. Su papel en este caso es solo de acompañante, el cual empodera y confia en la capacidad de su hijo para que se haga con su mejor opción.
Equipo Pequeños Pensadores.