LA MOTIVACIÓN ES TENER MOTIVOS
Hablan de que muchos niños están desmotivados, y yo les pregunto a sus padres ¿Tienen motivos para hacer lo que queréis que hagan?. Hay dos formas de motivar: de forma intrínseca y de forma extrínseca, la que usualmente me encuentro es la extrínseca en forma de regalo o premio, la intrínseca no nos la han enseñado y sin embargo es la que realmente mueve el mundo. Un juguete nos motiva hasta que lo tenemos, poco tiempo después… nada. Sin embargo la motivación que sale de dentro, del corazón e incluso me atrevo a decir que del alma es la que realmente es inagotable. ¿Cómo podemos motivar desde dentro a un niño? Es más fácil de lo que parece, el problema es que no nos han enseñado a hacerlo. Simplemente se trata de que el niño se encuentre conectado con su “para qué” en la vida, muchos pensarán pero ¡si no sé ni cuál es el mio!, ¡cómo lo va a saber mi hijo!, pues lo sabe, quizás no de forma concreta, pero sabemos que se siente muy felíz y en armonía cuando lo hace. Elige a qué quiere jugar, qué le gusta ver, sentir, algo que al principio simplemente es un juego de pequeño, se perfila en talento en la vida adulta. ¿Qué quieres ser de mayor? es una pregunta que da pistas pero lo mejor es observar y no etiquetar: ¿Qué es eso que hace muy bien desde pequeño, de forma natural por absurdo que nos parezca, y que además lo repite sin problemas, se siente bien haciéndolo, tanto que pierde la noción del tiempo? ahí está la semilla de sus talentos.
Recuerdo que de pequeña me expresaba muy bien desde muy pronta edad, incluso me llamaban repelente por la riqueza de vocaculario que tenía, mi madre incluso optó por no corregirme las pocas palabras que decía mal porque así parecía menos monstruito. Hoy curiosamente es mi forma de vida, como coach y educacora la palalabra es mi herramienta, incluso tengo mi propio programa de radio. Ken Robinson, ya citado en este artículo habla en su libro “El elemento” de innumerables casos de personas de éxito que ya desde su tierna infancia, al despuntar sus talentos fueron apoyados por sus progenitores o mentores, catapultándolos hacia el éxito. ¿Qué le decimos a nuestros hijos? Mi consejo es NO JUZGAR Y DEJAR SER, no pongamos etiquetas a los niños, dejemos que experimenten sus talentos y acompañemosles con mucho amor hasta allá a donde quierean llegar INCONDICIONALMENTE. Desde ahí, el niño conectará con su “para qué” en la vida, y como consecuencia se sentirá motivado por crecer y aprender más y más cada día, sin NECESIDAD de premios ni regalos. Así cada paso que dé en su educación irá exactamente hacia donde tiene que ir, comprendiendo el colegio como parte del proceso.