La mentira en los niños ¿Cómo fomentar la sinceridad?
La mentira puede ser un mecanismo de defensa, como cuando se emplea para protegerse de una consecuencia desagradable. Mentir es algo que, a pesar de estar socialmente muy mal visto, a menudo ocurre a nuestro alrededor o incluso nosotros mismos usamos esta técnica para conseguir un objetivo. El problema surge cuando su uso se convierte en algo habitual en la vida de una persona. En los niños, las primeras mentiras juegan un importante papel para explorar su entorno, y es justo en ese momento cuando el adulto debe comenzar a fomentar la sinceridad en el más pequeño. ¿Cómo saber si ha de dejar pasar una mentira o tomar medidas sobre esa conducta? A continuación le daré una breve explicación sobre cuál puede ser la causa del uso de la mentira en el niño y cómo fomentar la sinceridad dentro del ambiente familiar.
Hacia los 2 ó 3 años el niño todavía no reconoce la mentira como tal, sino como un medio para conseguir un fin. Normalmente, a esta edad las mentiras de los niños son muy evidentes, tanto que incluso ocasionan la risa en el adulto. En estos casos lo más importante es investigar cuál es la intención del niño al usar la mentira y enseñarle otra herramienta para conseguir su objetivo. Por ejemplo: imagine a un niño con la cara llena de chocolate por haberse comido una chocolatina, y cuando le preguntan si se la ha comido lo niega, a pesar de la evidencia, para evitar el castigo o riña. ¿Qué hacer?, ¿reír y no darle importancia?, ¿regañarle por la mentira? Ninguna de estas dos opciones fomentará que el niño sea sincero la siguiente vez por lo que, en este caso, lo más aconsejable sería hacerle ver al niño lo evidente de su mentira y explicarle el motivo de la prohibición y la consecuencia por no cumplirla. Lo que no hay que hacer NUNCA es decirle al niño que ES un mentiroso, sino simplemente dejar claro que su conducta inadecuada tiene una consecuencia (que en este caso podría ser, por ejemplo, no poder comer más chuches durante el día).
A partir de los 4 ó 5 años las mentiras del niño ya comienzan a tener un uso intencionado, como:
– Mentir para evitar un castigo.
– Mentir por miedo a algo y de esta manera crearse otra realidad que no le dé miedo.
– Mentir por la necesidad de ser aceptado.
– Mentir de manera altruista para ayudar a otro.
– Mentir para proteger su intimidad.
– Mentir para evitar una situación incómoda.
Lo primero que debe hacer el adulto cuando descubre que el niño ha mentido es intentar encontrar la razón por la que lo ha hecho; esto ayudará a ver si puede existir algún problema de fondo que está intentando ser resuelto a través de la mentira. Por ejemplo, un niño puede contar en el cole que conoce a una persona famosa, para que sus compañeros se interesen por él. En este caso sería útil hacer ver al niño todas las cosas interesantes, y que son verdad, que puede contar a sus compañeros sobre él, como por ejemplo alguna habilidad suya de la que se sienta orgulloso.
Cuando las mentiras se convierten en algo habitual en el niño, puede que escondan detrás un problema mayor que debería ser manejado con la ayuda de un especialista.
Lo esencial para evitar que el niño haga uso de la mentira como estrategia de defensa es fomentar desde el hogar la sinceridad. ¿Cómo puede hacerlo? Aquí algunas herramientas para trabajarla en casa:
■ Enseñe con el ejemplo, evite a toda costa mentir delante del niño. Ante situaciones que puedan ser un poco embarazosas haga uso de la asertividad y explíquele al niño desde la empatía y la confianza.
■ Cree un clima de confianza en el que el niño se sienta cómodo contando sus cosas, y evite juzgarle aunque no le guste lo que le está contando.
■ Refuerce la sinceridad de su hijo. En momentos en los que el niño cuente que ha hecho algo no adecuado explíquele que agradece su sinceridad y muéstrele la importancia de decir la verdad a pesar de que su conducta inadecuada tenga unas consecuencias.
■ Respete la intimidad de su hijo, especialmente cuando comienza la preadolescencia. Este tema es fundamental, piense qué información es realmente relevante saber y cuál puede dejar que su hijo elija contar o no.
■ Otra herramienta que puede utilizar es el uso de cuentos y metáforas en los que se reflejen las consecuencias de las mentiras y la importancia de la sinceridad, por ejemplo, ¿recuerda qué le ocurría a Pinocho cuando mentía y cuál era el papel de su amigo Pepito grillo?
Valeria Aragón
Coach familiar y educativa